domingo, 9 de noviembre de 2014

Petróleo y 'fracking' alteran las relaciones internacionales, o no

La bajada del petróleo y la extensión del fracking están alterando el mapa energético, sin que los analistas se pongan de acuerdo sobre sus consecuencias. Sí aflora una interdependencia global en un sistema internacional que ya no funciona

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
"La energía va a ser el principal factor geopolítico del siglo XX", dice un general. "En un mundo global no hay independencia energética", afirma un analista. La realidad está en un lugar intermedio.
Este martes el barril de petróleo brent ha cotizado a 84 dólares, un 25% más barato que el pasado mes de abril (110 dólares) y lejos de los 118 dólares que alcanzó en 2013. Una variación de precios que altera las previsiones económicas y políticas de países productores e importadores. Entre estos últimos se sitúan las principales economías desarrolladas, donde se suma la hasta ahora última revolución energética: la explotación de hidrocarburos no convencionales, el conocido como fracking que extrae petróleo y gas mediante fractura subterránea de las rocas que los contienen inyectando agua y química a
presión. "Fracturación hidráulica", recomienda utilizar la Fundación del Español Urgente. Las contradicciones vienen con la interpretación de lo anterior.
Jesús Argumosa, general de división en la reserva, hoy director adjunto del Grupo Atenea, especializado en información sobre defensa y seguridad, no ve "ningún otro poder alternativo a Estados Unidos hasta mitad de siglo", y la causa la sitúa en la revolución del fracking, que permitirá adelantar en breve a Arabia Saudí y Rusia en producción de petróleo y gas, además "con una tecnología propia, que nadie otro tiene".
Argumosa añade que Estados Unidos "nunca va a permitir que nadie controle las rutas de transporte energético desde Oriente Próximo a Asia", y para ello cuenta con un presupuesto en defensa de 600.000 millones de dólares, superior a la suma de los diez estados siguientes con mayor gasto militar.
Argumosa: "EEUU no va a permitir que nadie controle las rutas de transporte de energía"
El general, en un debate organizado la semana pasada en Madrid por la Asociación Ideas y Debate, destaca que "quien controle las fuentes, el transporte y la distribución de energía será el gran poder del siglo XXI", y el gigante norteamericano tiene todos los números para ocupar la plaza.
Argumosa añade que los seis o siete puntos conflictivos en la actualidad a nivel internacional están relacionados con la energía, como Irak, el Sahel y el Golfo de Guinea o Sudán del Sur, también las disputas en el mar de China y hasta Ucrania.
No comparte la misma visión Gonzalo Escribano, analista principal del Real Instituto Elcano en temas de energía, quien rechaza frontalmente la visión de que la explotación de hidrocarburos no convencionales es una muestra de carácter y firmeza, mientras que la apuesta por las energías renovables refleja la debilidad europea.
"No existe tal cosa como la independencia energética", añade Escribano, desde su punto de vista sólo existe en los programas electorales de los partidos políticos de Estados Unidos.
"Aunque Estados Unidos llegue a ser autosuficiente" en recursos energéticos, "eso no lo hace independiente, en un mundo global no hay independencia energética", afirma, y ni este país es inmune a una subida de los precios del petróleo en el caso hipotético de un conflicto en Oriente Próximo que bloquee el estrecho de Ormuz.
El analista de Elcano prefiere hablar de transformación mejor que de revolución en el panorama energético, reconociendo en cualquier caso la importancia del fracking, pero con muchos matices. Entre ellos, que estos recursos no convencionales tienen unos efectos medioambientales difícilmente asumibles en el corazón de Europa, que los yacimientos parecen agotarse muy rápidamente y que, por ejemplo, EEUU difícilmente acabará exportando gas a Europa porque los precios del transporte igualarán su coste al que hoy se consume en esta lado del Atlántico. "El fracking es hoy un fenómeno norteamericano", concluye, aunque tenga en cualquier caso una incidencia importante.
Sobre la bajada del precio del petróleo, apunta hacia el aumento de la producción de petróleo no convencional en Estados Unidos, el enfriamiento de la economía mundial, y especialmente de la demanda europea y asiática, y la percepción de que la inestabilidad en Oriente Próximo y el norte de África por los conflictos en Irak, Siria y Libia no está suponiendo una merma importante de la producción, si bien señala que "los precios están cayendo porque Arabia Saudí está vendiendo a la baja para mantener mercados en Asia".
En lo que sí coinciden ambos analistas es en la ventaja competitiva de Estados Unidos al contar con unos menores precios de la energía para sus empresas y en la necesidad de que Europa actúe, aunque se difiera en los caminos a seguir. A finales de octubre se celebró en Bruselas un Consejo Europeo de energía con resultados muy modestos.
Coinciden también en la necesidad de incrementar las interconexiones energéticas en la UE. "Es más difícil instalar una línea de alta tensión a través de los Pirineos", afirma Escribano, que diseñar un nuevo gasoducto que atraviese Asia central, señala irónico.
En renovables España está perdiendo el liderazgo que tuvo
Escribano defiende una apuesta por las energías renovables, en las que Europa y España "hemos sido pioneros y estamos perdiendo el liderazgo global", recordando que ha sido hasta muy recientemente "una de las imágenes más positivas de España" a nivel internacional y hoy está en riesgo.
Este punto sitúa el tema directamente en la política nacional.
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, defendía el pasado 28 de octubre en el Senado que la posición del Gobierno ante los proyectos de fracturación hidráulica es "la que se ha puesto de manifiesto al modificar la ley de hidrocarburos para que se puedan autorizar" las prospecciones, sondeos y autorizaciones para determinar si hay o no gas en el subsuelo español, "siempre y cuando se haga en debido respeto de la seguridad y las normas medioambientales españolas y comunitarias en la materia". También defiende Soria las prospecciones petroleras en aguas Canarias, zona donde confluyen la política energética con su probable candidatura a la presidencia del Gobierno de las islas.
"Los españoles pagan cada día 100 millones de euros al día por importación de hidrocarburos", recuerda el ministro, una factura anual de alrededor de 37.000 millones de euros, equivalente al 0,4% del PIB español que para el general Argumosa es también difícilmente soportable por el país.
Volviendo al analista de Elcano, en materia energética "no existen balas de plata, influyen una panoplia de factores, todo es policéntrico y más complicado" que otorgar consecuencias revolucionarias a un único elemento.
A esta dimensión multilateral aludía también recientemente Javier Solana, ex ministro, ex secretario general de la OTAN, ex responsable europeo de política exterior, ante el rey Felipe VI en un acto de aniversario del centro de estudios de la Defensa -CESEDÉN-.
Señalaba Solana, junto con las implicaciones de un acuerdo próximo sobre el programa nuclear iraní, que desbloquearía inversiones y producción de su sector petrolero, que "Europa y España llevan unos años ensimismadas" como consecuencia -entre otras causas- de la crisis económica.
Elcano: "El fracking es hoy un fenómeno norteamericano"
Vivimos tiempos de transición desordenada hacia un mundo multipolar, afirma, momento con una parálisis casi permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con foros que no acaban de funcionar como el G20, donde "las instituciones que sustentan la realidad de hoy están construidas en el pasado". En la actualidad, además, "los nuevos actores no occidentales no sienten el sistema internacional como suyo", sistema donde Europa y EEUU están sobrerrepresentados.
Si hay que elegir hacia un elemento, Solana apunta hacia "la interdependencia, que nos hace a todos vecinos, que hace que las acciones o las omisiones vayan más allá, que cambia el concepto de responsabilidad a Estados, empresas y ciudadanos; que nos obliga a cambiar las pautas de análisis de un mundo donde todos estamos conectados por lazos económicos, políticos", por el cambio climático, la ciberseguridad o las pandemias, y donde son necesarias "instituciones multilaterales inclusivas y eficaces".
La energía es sin duda uno de esos elementos de interdependencia, en su producción, distribución y efectos económicos y medioambientales.

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